Sonrío, y pienso que, en algún instante de la vida, llené el alma de quien me la vació. Y descubro que amé y que aunque ya no recuerde fechas, ni canciones, ni recuerdos, ni momentos ni palabras, sentí por encima de todo amor.
Es re lindo que alguien, después de tantos años, te recupere de la memoria lo feliz que fue a tu lado. Sólo por eso, merece la pena lo vivido, con su cielo y su infierno. Con amor, al fin y al cabo.
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